Muchas instalaciones municipales se enfrentan al reto de lavar sus textiles de forma eficiente, higiénica y rentable. Ya se trate de equipos de protección individual (EPI) para empleados de depuradoras o de cuerpos de bomberos, de ropa de trabajo y profesional para obras públicas, recogida de basuras, jardinería paisajística y urbana, así como de oficinas de orden público, o de textiles de instituciones públicas como guarderías y escuelas:La externalización de esta tarea suele ser cara, inflexible y, en algunos casos, problemática cuando se trata de normas de higiene o requisitos especiales. Por eso, cada vez más municipios apuestan por tener sus propias lavanderías. Pero, ¿cómo se puede gestionar económicamente una solución de este tipo? ¿Qué factores hay que tener en cuenta? Nuestra guía ofrece una visión general.
Por qué puede ser útil tener una lavandería propia
Los municipios que lavan su ropa ellos mismos se benefician de varias ventajas:
- Ahorro de costes: a largo plazo, tener una lavandería propia puede resultar más barato que contratar un servicio externo, ya que se eliminan los costes de transporte y los precios del servicio.
- Flexibilidad: las instituciones pueden lavar la ropa según sus necesidades y a corto plazo, sin depender de los plazos de entrega de los proveedores externos.
- Limpieza cuidadosa: los municipios mantienen un control total sobre los resultados de lavado y pueden limpiar de forma cuidadosa y exhaustiva los tejidos especialmente delicados, como los equipos especiales.
- Seguridad e higiene: los equipos de protección individual (EPI) de los bomberos y las plantas de tratamiento de aguas residuales, en particular, requieren los más altos estándares de higiene, que se pueden implementar mejor de forma autónoma. Lea también nuestros consejos para la limpieza de ropa de bomberos y de intervención.
- Sostenibilidad: los procesos de lavado modernos permiten ahorrar agua y energía, lo que a largo plazo protege el medio ambiente y reduce los costes.
¿Qué factores influyen?
Si está pensando en crear una lavandería municipal o en optimizar una ya existente, debería tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Espacio necesario y equipamiento: ¿Qué textiles hay que lavar y cuál es el volumen de ropa? ¿Qué máquinas se necesitan? ¿Se necesita, por ejemplo, una estufa de secado para la ropa de trabajo? ¿Cómo son las condiciones estructurales in situ? Los profesionales de STAHL le ayudarán en la planificación y aportarán sus décadas de experiencia para encontrar una solución económicamente atractiva.
- Personal y formación: ¿Qué empleados deben manejar los equipos más adelante? ¿Cómo se puede organizar la empresa de forma que se ahorren recursos? El servicio de STAHL también incluye asistencia en la programación de los equipos y formación en el manejo de las máquinas.
- Cálculo de rentabilidad: ¿merece la pena la inversión en comparación con los costes de limpieza anteriores? Los equipos modernos funcionan con eficiencia energética, son muy económicos en el consumo de agua y los sistemas de dosificación inteligentes pueden reducir aún más el consumo. Esto no solo protege el presupuesto, sino también el medio ambiente. Los equipos duraderos y de bajo mantenimiento son una inversión que vale la pena a largo plazo. El mantenimiento preventivo permite aumentar aún más la vida útil de las máquinas y evitar costosas averías.
Tener una lavandería propia puede ser una decisión rentable para los municipios, tanto desde el punto de vista económico como organizativo. Una planificación bien pensada, el uso de tecnología moderna y procesos eficientes pueden reducir los costes, mejorar la higiene y apoyar los objetivos de sostenibilidad del municipio.
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